aparentemente  el sábado pasado, el del post anterior para ser más específicos, hice de las mías. parece que unos putos me halagaron la pollera engomada y les conté de la vez que estaba garchando y en vez de sacármela me la habían dado vuelta hacia arriba cubriéndome hasta la cabeza y jugamos a la asfixia.

hoy mientras le comentaba a v. de mis mocos y que me retumban los oídos y que me pica la garganta me clavé una astilla de 2.5 cm de longitud en la planta del pie. no en profundidad, digamos como que todo a lo largo.
lloré y grité porque me dolía y me ardía y era realmente todo muy impresionante.
le toqué el timbre a k. y le mostré el pie y curame. corrió a su casa y volvió con: un paquete de algodón, un frasco de alcohol, dos agujas de colchonero y dos pinzas de depilar. yo seguía llorando y diciendo que quería a mi mamá y k. me dijo no mezcles todo, llorá por esto nada más mientras me tenía el pie y hurgaba con la pinza y las agujas y parecía imposible. entonces le dije agarrá una gillette y cortame, no me importa, sacame esa mierda de ahí adentro. ahí me hizo una doble nelson en el tobillo, me inmovilizó y sácate. dios, eso fue ardor.
ahora que ya me hizo efecto el combo de paracetamol + pseudoefedrina + bromhexina + diclofenac, te digo, soy otra persona. demacrada y ojerosa y congestionada, es cierto, pero despierta.
y después, mientras merendaba pensaba en que claro cómo no voy a estar así si de lo recontra colocada de todo que estaba el sábado a la noche me quedé sentada en la punta de la cama, desnuda y sofocada, calculo que una hora por lo menos flashando cualquiera.

hice los doce pasos y estoy de vuelta.
necesito un personal trainer existencial.

arranqué el día así íncreíble con masajes de a las nueve y media. llegué al trabajo a las doce, me caí de espaldas con la silla hamacándome y básicamente lo que hice después fue colgarme en una tarea unas cuatro o cinco horas. igual tengo mis días de gloria, no se vayan a creer. cuestión que de ahí en adelante todo se empieza a tornar en un tema emocional re grave que tengo yo: soy pelotuda.
tengo dramas de pibita de cuarto año y me da mucha bronca porque yo me doy cuenta que son dramas que no debería estar teniendo, pero me pasan, es impresionante. no paro, soy como un tren de carga de dramas emocionales reiterativos. es muy triste, porque yo de chiquita pintaba inteligente.

cada vez que pienso en el pibe te juro que todavía me da como una cosa rara. como cuando acabás de cambiar la clave del mail y la nueva todavía no la tenés tan aceitada y, es más, a veces inconcientemente la primera que tipeás es la anterior.

en el edificio todos tenemos mucha onda y somos muy onda maricones así que si hay fiesta en cualquiera de las unidades caemos en banda. es todo muy así tan así que el sábado alguien de afuera dijo: ustedes viven en melrose place.

acabo de tirar a la basura la última de las bombachas de esa tanda tan cope, tan inspiradora. necesito un pibe que me flashe este invierno o la quedo mal. no me vengan a querer gestionar rotations de ninguna índole porque me torro al abrigarme para salir. si no me hacen un pronto-puerta no. un guacho divino a domicilio.

siempre hay que estar vestido a la altura de las circunstancias.

abrís uno de estos y nada, largás tu energía al mundo en mensajes cifrados. impacta en algún lado, genera consecuencias de algún tipo, en el sentido más amplio del flujo de energía en el universo. si me empiezan a pasar desgracias ya saben: karma. se tiene que cortar antes de empezar a ponerse medio thriller.

vivo en un estado de crisis permanente y se me ocurrió que ustedes lo podrían apreciar.

una nancy a la que un sid le dijo onda me pasó que me enamoré de otra persona. cuando me lo dijo yo me iba entumenciendo a medida que lo iba escuchando y tenía muy claro que soy re inconveniente, pero también que un sid con todas las letras nunca deja a su nancy.